Usar programas de facturación que sean intuitivos es primordial para agilizar el trabajo administrativo y comercial de la empresa.
El problema radica en que el ser humano, a lo largo de su evolución, no ha encontrado hasta las generaciones presentes la necesidad y casi la obligatoriedad de trabajar con programas de gestión y similares.
Es verdad que hay algunos softwares ampliamente extendidos y que ya se han convertido en un entorno habitual, de uso diario y que en su evolución los cambios son fácilmente asumidos por el usuario.
Hablamos de sistemas operativos como Windows, iOS o Android, que forman parte de nuestra vida cotidiana.
¿Programas de facturación fáciles?
Es evidente que cuanto más extenso sea un programa de gestión y facturación más complejo se vuelve su uso. Evidentemente, a medida que pasa el tiempo, sus usuarios se acostumbran a sus particularidades y el trabajo repetido se hace ya por instinto. El inconveniente aparece cuando el software se vuelve obsoleto o ya no cubre nuestras necesidades y hay que cambiarlo.

Cuando cambiamos de automóvil, nos encontraremos siempre un volante, una palanca de cambios (salvo algunos automáticos) y dos o tres pedales en la misma disposición siempre (embrague, freno y acelerador o sólo los dos últimos, de nuevo en el caso de los automáticos). Esta estandarización hace que conduzcamos de forma intuitiva y podamos salir del concesionario con nuestro flamante coche sin problema.
Desafortunadamente, en el desarrollo de software no es así, y a pesar de que hay materias con respecto a la disposición de la información en pantalla y su uso (UX o user experience) cada programador dispone los diferentes elementos en la pantalla según su entender.
En Futuro Informática, a la hora de desarrollar los diferentes programas de facturación de la familia GestFuturo procuramos, entre otras cosas, que la disposición de los botones y menús que sean comunes a las diferentes pantallas del software se encuentren siempre en la misma ubicación y disposición.
Con ello conseguimos que el usuario, una vez haya aprendido a trabajar con una factura, por ejemplo, el realizar un presupuesto, dar de alta un albarán de compra o trabajar con una ficha de artículo le sea intuitivo y casi no deba pensar donde dirigir el ratón para realizar una acción.